2.6.06

miércoles, 02.06.1806 - iglesias

La ciudad que contenía "seis parroquias, dos monasterios, seis conventos, un colegio muy hermoso, restos de arquitectura jesuita, una casa de huérfanos y un edificio de hospital" resumió Gillespie en su libro. Los principales edificios de la ciudad, eran las iglesias. "Si las iglesias son signos de verdadera religión, Buenos Aires debe tener un alto rango por buena moral; de la mañana a la noche las campanas tocan para la devoción, y allí acude una muchedumbre de feligreses" describe Gillespie.

El principal templo era la Catedral (al norte, frente a la Plaza Mayor y el Cabildo) con sus dos campanarios; con reformas, se mantiene en el mismo sitio. Adjunto al templo, había un cementerio. "Las iglesias son todas limpias, pero la catedral excede a todas en tamaño" señala Gillespie "Su exterior es muy elegante, con una cúpula y un pórtico, pero los embellecimientos del interior son demasiados charros para santuario de Dios. Contiene un lindo cuadro histórico de los Actos de los Apóstoles que produce efecto sorprendente".

Pero la ciudad bullía de iglesias. Cerca de la Plaza, aún de pie hoy, en Defensa y Alsina, se levantaba la iglesia de San Francisco (con "un trabajo exquisito, hecho por un indio reformado, descriptivo de la última cena, que se ejecutó bajo la dirección de los padres jesuitas, que lo habían regalado a los jefes de aquella orden. El marco, hecho de plumas teñidas de oro, está tan bien y compactamente construido, que parece, aún de cerca, un tallado de color claro"); en 1820, un anónimo viajero manifestaría su predilección por esta iglesia: "Las torres están cubiertas de azulejos que, a la distancia, tienen apariencia de mármol. San Francisco es mi iglesia predilecta, porque a mí, como a los niños, me encanta lo que brilla". Como datos curiosos, en la parte superior del templo se encuentran las imágenes de Dante Alighieri (a quien se dedica el templo) y de Cristóbal Colón. En su interior hay una imagen de San Juan de Capistrano, nombre de una misión en California, donde emigran las golondrinas porteñas en invierno, lugar tomado por el corsario argentino Hipólito Bouchard, en las luchas de la Independencia. A un costado se levanta la Capilla de San Roque.