30.5.06

domingo, 30.05.1806 - la Fortaleza

Photobucket - Video and Image Hosting

Donde hoy se levanta la Casa Rosada, se erigía el antiguo Fuerte o Fortaleza, asiento de las autoridades virreinales. El Fuerte dominaba el río ya que, a esa altura, el Plata tenía poco profundidad y hacia muy difícil un ataque por esa vía. La "enorme y achaparrada" fortaleza real, "ostentaba su macizo parapeto acribillado de cañoneras y flanqueado de bastiones angulares, con su portón central y su puente levadizo sobre el ancho foso que contornaba el murallón" lo describe Paul Groussac. José Wilde lo recuerda más sombríamente: "Este edificio siniestro y sombrío, sobre cuyos muros se destacaban varias bocas de cañón, tenía por entrada un enorme portón de hierro con un puente levadizo a través de un ancho foso que circundaba todo el edificio. En este foso, depósito eterno de inmundicias, se veían jugando a la baraja o tirando la taba, o echados al sol en invierno, algunos soldados de los que formaban la guarnición, bastante mal vestidos, muchas veces descalzos, con el pelo largo y desgreñado. Por añadidura, nunca faltaba un buen número de muchachos holgazanes, de los que en todas épocas abundan y que hacían una rabona muy cómoda en el zanjón".

Para el tiempo de las invasiones inglesas, la administración colonial mostraba su desidia en las condiciones en la que se encontraba el fuerte. "Los cañones estaban picados, sus cureñas, podridas, las murallas, bajas y parcialmente demolidas hacia la plaza y el foso lleno de escombros" describe el capitán Gillespie. "Era una defensa miserable para ciudad tan importante" agrega.

Posteriormente a 1810, el Fuerte fue la residencia de los distintos gobernadores de Buenos Aires, hasta que en 1850 se demolió, parcialmente, para iniciar las obras de la Aduana Nueva. El Museo de la Casa Rosada conserva parte de la construcción original del fuerte: una de las troneras y el recinto de bóveda que fue almacén de la Real Hacienda.