22.5.06

sábado, 22.05.1806 - el virreinato

Interesada en la explotación de metales preciosos, el Río de la Plata era una zona marginal para los intereses de la corona española. El oro y la plata del Perú y el Alto Perú (hoy Bolivia) llegaban a la metrópoli a partir de convoyes regulares oficiales ("sistema de flotas y galeones") en prevención de los piratas y de los corsarios que encontraban en los mares. La ruta del monopolio comercial español partía de Sevilla y llegaba a los puertos de Veracruz (México) y Portobelo (Panamá), desprendiéndose de allí al resto del continente.

Tanto para proveerse de mercancías como para colocar su producción (principalmente cueros), los porteños debían comerciar con Potosí, en el Alto Perú, con las obligadas escalas en Jujuy, Salta y Córdoba. Este itinerario encarecía las mercaderías que consumían los habitantes rioplatenses.

La consecuencia inevitable fue el contrabando, fomentado por portugueses, holandeses e ingleses que desafiaban la autoridad española. Colonia del Sacramento (Uruguay) fue el foco principal de los contrabandistas en el Río de la Plata. En el panorama debe tenerse en cuenta, también, los negociados entre las autoridades de Sevilla y los comerciantes de Lima, que obtenían gruesas ganancias con el monopolio del comercio exterior.

A partir del reinado de Carlos III, España emprendió reformas administrativas en sus colonias, para enfrentar los ataques de las otras potencias. Una de ellas fue la creación del Virreinato del Río de la Plata, en 1776 (abarcando en una sola administración a lo que hoy es Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia y algunas zonas de Chile y Brasil), con Buenos Aires como capital. La otra fue la instauración de un Reglamento de Libre Comercio, dos años después de la creación del Virreinato, que aumentaba el número de puertos (tanto en España como en América) habilitados para comerciar. Buenos Aires fue uno de esos veinticinco puertos.

Esta apertura comercial produjo un clima de prosperidad en la capital del virreinato, a la vez que deterioró sus vínculos con el interior. El estuario del Río de la Plata tomaba importancia estratégica. Estas medidas administrativas terminarían modificando la estructura social de las colonias y su relación con la metrópoli.