7.5.12

tomás craig

clarín

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Tomás Craig era un sargento primero del ejército británico que, en junio de 1806, realizó la primera invasión a Buenos Aires. Aquel hombre, nacido también en Irlanda, en 1780, era uno más en esa fuerza que tomó la ciudad. Pero después, cuando William Carr Beresford (el jefe de aquella expedición) y su tropa, se rindieron ante la férrea y batallada resistencia realizada por los locales, Craig optó por desertar y quedarse.

Claro que el cambio no afectó su espíritu guerrero. Porque después de la Revolución de Mayo de 1810, aquel sargento que había lucido el rojo uniforme de los British , decidió sumarse a las fuerzas que empezaban a luchar por liberarse de otro imperio: el español. Así comenzó su campaña que lo tuvo como protagonista en las victorias de Salta y Tucumán y en la derrotas de Vilcapugio y Ayohuma, donde quedó herido. Por sus heroicas actuaciones fue ascendido al grado de teniente.

Hombre inquieto y de acción, Craig se integró después a la escuadra que ya había formado el entonces teniente coronel Brown y participó en varias de aquellas primeras campañas. Y actuó en el Pacífico a las órdenes de Alejandro Tomás Cochrane, un marino escocés que también hizo su aporte histórico. Luego, con Brown como almirante, Craig fue comandante de distintas naves patriotas como la goleta “Libertad“, la corbeta “25 de Mayo” y la goleta “9 de Julio”, y protagonista de distintas batallas. Pero su acción militar más recordada fue en la famosa batalla de la Vuelta de Obligado, el 20 de noviembre de 1845. Esa vez tenía enfrente a una poderosa escuadra anglo-francesa.

Craig estaba al mando del bergantín “Republicano”. Y después de agotar sus municiones, no sólo decidió volarlo para que no cayera en manos enemigas, sino que llegó a la costa y siguió combatiendo desde las baterías terrestres.

La campaña militar del irlandés Craig tuvo también otros pasajes importantes hasta 1853, cuando alcanzó el grado de sargento mayor. Una década más tarde, cuando ya tenía 83 años, murió en Buenos Aires, la misma ciudad que había venido a invadir casi medio siglo antes. Fue el 26 de abril de 1863. Una calle de apenas cuatro cuadras, en el límite entre Caballito y Parque Chacabuco, lo recuerda desde 1904.

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“El homenaje al desertor irlandés”
EDUARDO PARISE
(clarín, 07.05.11)