En el puerto de Faulmouth se embarca el general
Robert Craufurd, en la nave
Spenser al mando del capitán Stopford, junto a más de 4 mil hombres. Esperan reunirse en las islas del Cabo Verde con el almirante
Murray, jefe naval de la expedición, que tiene como objetivo conquistar Chile, vía el Índico o bordeando el cabo de Hornos, según lo decidiera el almirante. La flota la componen, además del
Spenser, los navíos
Theseus,
Captain,
Ganges, la fragata
Nereide, el sloop
Paulina y el brig
Haughty, amén de otros barcos menores.
A Craufurd se le dio órdenes de tomar Valparaíso como base y capturar los puertos fortificados de la costa chilena, abriendo una vía de comunicación militar y civil con Buenos Aires (a quien creían todavía en poder de Beresford) si es que lograban tomar Santiago. Contaban con que las noticias de la bondad del gobierno inglés en Buenos Aires, ya se habría extendido a Chile y eso facilitaría la conquista. Las instrucciones dadas recomendaban seguir las medidas de gobierno de Beresford, conciliar con los criollos y expulsar a los franceses, sin hacer nunca promesas de independencia.
Al despedir al Regimiento 88 (integrante de la expedición), el general Wellesley (después Wellington) supo decir:
“Pluguiera a Dios que también fuera yo con Uds.”.